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LACER HALU Colutorio
Eficaz contra el mal aliento.
Soluciona el problema del mal aliento y asegura un buen aliento en toda la cavidad bucal.
Modo de Utilización:
- Realizar un enjuague bucal 2 -3 veces al día con 15 ml sin diluir en agua.
- Mantener el colutorio en boca durante 1 minuto.
- No precisa enjuague posterior con agua.
- Puede utilizarse de forma continuada como higiene habitual.
PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS
- Su uso está limitado como enjuague de boca.
- Manténgase fuera del alcance y de la vista de los niños.
- Mantener el frasco protegido de la acción directa de la luz solar.
- No ingerir.
Lacer Hali soluciona el problema del mal aliento de manera eficaz.
Neutraliza los compuestos volátiles sulfurados (causantes del mal olor) y previene su aparición.
Asegura un buen aliento en toda la cavidad bucal.
Demostrado científicamente. Eficacia de 72 horas.
Indicado para niños mayores de 12 años y adultos.
Bajo indice de de abrasividad.
COMPOSICIÓN
DICLORHIDRATO DE OCTENIDINA, CLORURO DE ZINC, FLUORURO SÓDICO, XILITOL, EXCIPIENTE IDÓNEO C.S.P.
Contiene Flúor.
Sin gluten.
MODO DE USO
Después del cepillado dental, realizar un enjuague bucal 2 - 3 veces al día con 15 ml de Colutorio Lacer Hali sin diluir en agua.
Entendemos por halitosis la presencia de olores desagradables detectables en el aire exhalado. Otros términos para definir esta situación son: fetor ex ore, fetor oris y mal aliento.
La halitosis está provocada por la producción y liberación de compuestos volátiles, principalmente de compuestos azufrados. Los principales componentes de estos compuestos son el sulfuro de hidrógeno y el metil-mercaptano, los cuales contienen restos de tiol (-SH) en sus estructuras químicas. Otras moléculas como las diaminas (por ejemplo, la cadaverina) están también relacionadas con la halitosis.
Los compuestos azufrados volátiles son producidos por bacterias que crecen en la boca en condiciones de ausencia de oxígeno (anaerobias). Estos compuestos azufrados volátiles provienen del metabolismo realizado por dichas bacterias de los alimentos o restos de los mismos que quedan retenidos en la boca. Existen situaciones propias de cada individuo en las que se ve favorecido el crecimiento de estas bacterias: flujo salival disminuido, concentración reducida de hidratos de carbono, un aumento del pH oral, etc.
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