1. Diferencia entre Intolerancia y alergia

Las principales diferencias entre alergias e intolerancias alimentarias podemos determinar que: Las alergias son producidas como una reacción del sistema inmunológico, mientras que las intolerancias se deben a un problema en el sistema digestivo

Una reacción adversa alimentaria se define como cualquier respuesta clínica anormal que presentan determinadas personas y que se atribuye a la ingestión (o también inhalación o contacto) de un alimento o aditivo. Dentro de estas reacciones adversas podemos encontrar:

·        Tóxicas: estas reacciones las causan sustancias tóxicas que producen trastornos en cualquier persona. Por ejemplo, alimentos que contienen metales pesados, pesticidas o antibióticos u otras sustancias tóxicas de origen natural.

·        No tóxicas: las sustancias que producen estas reacciones sólo afectan a las personas susceptibles. Y dentro de estas reacciones adversas no tóxicas, nos encontramos con las que son causadas por un mecanismo inmunológico: alergias alimentarias, (fundamentalmente, se consideran aquellas que producen un tipo de respuesta inmunitaria inmediata)


¿Qué es la alergia alimentaria?

En realidad, solo el 2%         y entre el 3% y 7%                     padecen alergias alimentarias, según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Las alergias alimentarias están causadas por una reacción del sistema inmune frente a un alérgeno que entra en contacto con el organismo. El alergeno es una proteína presente en el    alimento, que desencadena una reacción inmunológica desproporcionada en las personas sensibles cuando lo ingieren.

Entre los alimentos que con mayor frecuencia pueden provocar alergia, se encuentra la leche de vaca,      el pescado y los mariscos, los huevos, algunas frutas y verduras, determinados frutos secos y varias legumbres y cereales.

Los síntomas más habituales de una alergia alimentaria pueden ser cutáneos -urticaria, prurito, inflamación de los labios y párpados, conjuntivitis, dermatitis atópica, gastrointestinales -vómitos, náuseas, dolor abdominal, diarrea, picor en la boca y la garganta- o respiratorios -rinitis, inflamación de la nariz y garganta, dificultades para respirar y/o respiración sibilante (con “pitos”), tos, asma.

En el peor de los casos, puede producirse un cuadro de anafilaxia, una reacción alérgica generalizada que afecta a dos o más órganos del organismo. Suele presentarse de manera súbita y en su manifestación más grave, llamada shock anafiláctico, puede llegar a causar la muerte. Esto sucede cuando también se ve afectado el sistema cardiovascular y se produce una bajada importante de la tensión arterial. La mayor parte de las reacciones físicas a los alimentos están causadas por intolerancias, no por alergias. La intolerancia alimentaria es, como la alergia, una reacción adversa a un alimento, pero, en este caso, no se ha podido demostrar que  intervenga el sistema inmune como interviene en las alergias, sino que son otro tipo de mecanismos (metabólicos, farmacológicos o en algunos casos, indeterminados) los que desencadenan esa reacción.

Aunque los síntomas pueden aliviarse con antihistamínicos o corticoides, no existen tratamientos específicos para la alergia alimentaria. Es  conveniente  prevenirla eliminando de la dieta los alimentos que desencadenan la reacción inmune.


La alergia a la leche es una respuesta atípica del sistema inmunitario a esta y a los productos que la contienen. Es una de las alergias alimentarias más comunes en niños. La leche de vaca es la causa usual de alergia a la leche, pero la leche de oveja, de cabra, de búfala y de otros mamíferos también puede causar una reacción. Una reacción alérgica sucede inmediatamente después de que la persona  consume la leche. Los signos y síntomas de la alergia a la leche varían de leves a graves y pueden incluir sibilancia del pecho, vómitos, urticaria y problemas digestivos. La alergia a la leche también puede causar anafilaxia, una reacción grave que pone en riesgo la vida. El tratamiento primario para la alergia a la leche es evitar la leche y los productos derivados de ella. Por suerte, la mayoría de los niños superan la alergia a la leche. A veces es posible que tengan que seguir evitando los productos derivados de la leche. Una alergia a la leche difiere de la intolerancia a las proteínas de la leche o de la intolerancia a la lactosa. A diferencia de una alergia a la leche, en la intolerancia no interviene el sistema inmunológico. La intolerancia a la leche requiere un tratamiento diferente al de una alergia a la leche.  Los signos y síntomas comunes de intolerancia a las proteínas de la leche o intolerancia a la lactosa Tablas 1.

Intolerancia

     Alergia

Diarrea

Anafilaxia

Flatulencia (gas que pasa)

Constricción de las vías respiratorias, que incluye inflamación de garganta que dificulta la respiración

Dolor abdominal

Enrojecimiento facial

             Indigestión  y Náuseas

Picazón

Distensión abdominal

Choque, con un marcado descenso de la presión arterial

Tabla. 1

Tratamiento

Intolerancia

Alergia

Para reducir la cantidad de lactosa en tu dieta:

Limita el consumo de leche y otros productos lácteos

Incluye pequeñas porciones de productos lácteos en tus comidas habituales

Come y beber  leche con contenido reducido de lactosa

Añade una enzima de lactasa líquida o en polvo a la leche para descomponer la lactosa

Fórmula hipoalergénica de leche de formula  

 

inyección de epinefrina (adrenalina)

medicamento antihistamínico

evitar los alimentos que tengan trazas de leche

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